Senda ecológica de El Barranco en Patones

Patones de Arriba
photo_camera Patones de Arriba

El barranco del arroyo Patones es una senda ecológica ideal para hacer con niños ahora que el verano se despide de las agendas. Comunica los dos Patones, el de Abajo y el de Arriba, y es un agradable paseo por la geología y la flora típica de los terrenos calizos del Alto Jarama madrileño.

La comarca del Alto Jarama atesora uno de los pocos reductos del mundo rural madrileño salvados del afán urbanizador que asola al resto de la región: el pueblo de Patones de Arriba. Patones, el de Arriba, tiene un reflejo a la vera del Jarama: es el pueblo de Abajo, Patones de Abajo, creado hace cincuenta años al arrullo de la carretera que comunica con Torrelaguna. Allí viven ahora la inmensa mayoría de los vecinos de Patones. Arriba los vecinos se cuentan con los dedos de una mano. Y sobran dedos. Pero queda uno de los ejemplos de la escasa arquitectura negra de la región (reconvertido, eso sí, al turismo de fin de semana, con algún alojamiento rural y varios restaurantes que resisten a la crisis como pueden).

El barranco del arroyo Patones ofrece un accesible paseo por la botánica y la geología de la zona. Una senda ecológica ideal para hacer con niños ahora que el verano se despide de las agendas: menos de un kilómetro de agradable subida que salva la traída de aguas del Canal de Isabel II (el Canal del Atazar, concretamente) y que discurre junto a la Cueva del Aire, sólo accesible para espeleólogos, y el yacimiento arqueológico de la Dehesa de la Oliva, anterior a la ocupación romana de la Península Ibérica.

El acceso a la senda no tiene pérdida: hay que tomar la guía de la carretera M-912, en dirección a Patones de Arriba, y abandonarla junto a las instalaciones deportivas de Patones de Abajo (antes de iniciar la intrincada subida). Hay una zona habilitada para aparcar los vehículos a la vera del camino. Y no está permitido circular con bicicletas de montaña: una senda peatonal pura y dura. A unos 200 metros se salva el Canal del Atazar y se llega a la parte más angosta del barranco. Hay una pequeña zona de descanso y, en las paredes de roca caliza, se abre la entrada a la Cueva del Aire. La gruta, prima hermana de la del Reguerillo (la mayor de la CAM), estuvo habitada en el Neolítico y el acceso al público no está permitido. La senda concluye en la intersección con la M-912, casi junto al aparcamiento para visitantes de Patones de Arriba.

La riqueza geomorfológica de la zona nos la ofrecen las pizarras y las rocas calizas. Hay paneles que explican el origen de ambas y cuentan que hace unos 500 millones de años esta zona estaba cubierta por las aguas marinas. Nuestro consejo es que al llegar al final continúes por la pista de servicio del Canal que hay a la derecha del aparcamiento. Ganarás en altura rápidamente y podrás disfrutar de una preciosa panorámica del barranco y de la vega del Jarama, a sus pies. ¡Y no olvides deambular luego por el bucólico y viejo Patones de Arriba!

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