La versión del siglo XXI de Cazafantasmas nos transporta de nuevo a los 80´: a la pseudociencia de las mochilas de protones, a los colores fluor y a la música disco -el tema estrella sigue siendo el hit de Ray Parker Jr. cuyo estribillo machacón era aquel de “Who you gonna call?. Ghostbusters!”-.
Esta vez las que se pringan de viscosas sustancias verdes son las consagradas humoristas del mítico Saturday Night Life, Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones, dirigidas por el también actor y guionista Paul Feig, que ya trabajó con algunas de ellas en La boda de mi mejor amiga (2011) y en Spy (2015). No están solas; en el papel de recepcionista florero les acompaña Chris “Thor” Hemsworth. Los nostálgicos de la primera versión (Ivan Reitman, 1984) al menos disfrutarán del cameo de algunos actores que interpretaron los papeles originales en la versión ochentera, como Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y Sigourney Weaver.
© Sony Pictures y Columbia
La película se desarrolla en la ciudad de Nueva York, sin embargo, para ahorrar costes, la mayoría de exteriores han sido localizados en Boston, y algunos en Massachusetts. De hecho, el primer trabajo con fantasma incluido, al que se enfrenta el grupo de investigadoras de lo paranormal, se desarrolla en la Mansión Aldridge, -nombre ficticio de una casona aparentemente neoyorkina- pero cuya biblioteca “embrujada” se localizó en la Mansión Ames, construida en 1910-20, en Easton, Massachusetts. Para el exterior de la mansión, no obstante, se seleccionó una construcción de alrededor de 1915, de estilo inglés Tudor, ubicada en el campus de la universidad de Boston, que se conoce como The Castle, y que se alquila para eventos en la actualidad.
© Boston University y Sony Pictures
Otra localización bostoniana con pretensiones neoyorkinas es la estación de metro, tanto el acceso exterior con aire de Manhattan, como el interior, que pese a que se construyó especificamente, se inspiró en la Green Line y en la Boylston Street Station.
© Sony Pictures
El Distrito Financiero de Boston, en el que se encuentra Oliver Street, protagoniza numerosas secuencias. En la fotografía de abajo, de la izquierda, se aprecia parte del Langham Hotel con las colgaduras en rojo; en la película se cambiarían por el color azul. Su garage y parte de los sótanos se utilizaron para la guarida del villano. No dire más, salvo que, no lejos de allí, en Federal Street, calle en la que también se rodaron varios planos, aparece una de las oficinas del Banco Santander. En la fotografía de abajo, a la derecha se ve su logo.
Algunas localizaciones se construyeron ex profeso. El Mercado Hotel -de estilo art decó como el edificio principal de los Cazafantasmas de los 80- y una réplica de la neoyorquina Times Square se levantaron en Southfield in Weymouth, Massachusetts, a doce millas de Boston.
Respecto a las sedes académicas, la puerta que abre Kristen Wiig -aspirante a profesora con plaza fija- es el exterior del Yawkey Center en el Emmanuel College, en Boston. Se trataba de recrear una de las sedes de la Universidad de Columbia (en la que también se rodaron algunos planos). Por otra parte, el Instituto de Ciencias Higgins -en el que trabajan las otras dos investigadoras- es en realidad el antiguo edificio de la bostoniana Everett High School. Para el espectacular concierto de rock -que verá incrementado sus efectos especiales con fantasmas verdaderamente satánicos- se seleccionó el histórico y neo renacentista Wang Theatre, en el downtown de Boston.
© Boston.com
Si bien desan establecer su centro de trabajo en el emblemático edificio de los bomberos en Tribeca, N.Y., construido en 1904, y sede de los primeros cazafantasmas, han de conformarse en principio con un restaurante chino -el Zhu-, que en realidad es un restaurante japonés –Kaze Shabu Shabu- ubicado en la esquina entre Harrison Avenue y Essex street, en la Chinatown de Boston.
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